Cerrando Puertas.
Jamás me había sentido tan pleno.
Mentiría si dijera que no me he preocupado, pues si lo he hecho, me he
preocupado, por muchas cosas, por mí y por ellos. Sin embargo, tengo un enfoque
bastante fuerte, de lo que quiero y a lo que voy, es tan fuerte que constantemente
lo alcanzo, poco a poco, con actos que nutren y permiten abrir puertas, dejando
atrás lo que fui y creando lo que estoy siendo. Realmente es hermoso todo esto,
crecer, avanzar, ser capaz.
Ya el pasado no me está molestando, ha
quedado en una de esas puertas que he cerrado, imposible de abrir nuevamente,
imposible de volver a ella. Cada puerta que he cerrado, es un peso menos en mí,
pues en ellas a pesar de encontrarse momentos gratos también se encuentran
desesperación, depresión y tristeza, ansiedad y dolor, sentimientos que no
ayudan a construir sino a destruir cada cosa buena que he hecho.
Jamás había estado tan decidido. Cada
cosa que hago tiene que ser positiva, impactar en mí y en otros, tiene que ser
un camino a la felicidad y tranquilidad, al bienestar propio y del que cerca de
mí está. Busco con tanta convicción abrir puertas que me lleven a mis
objetivos, a mi felicidad, a lo que paso a paso estoy creando, un futuro
hermoso, lleno de serenidad y luz.
Hoy estoy cerrando puertas que liberan oscuridad y
nublan mi paz. Hoy estoy abriendo puertas que me lleven a mejorar, crecer,
crear, amar, vivir, soñar y, sobretodo, me traigan siempre libertad.
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