Reinicio.



He perdido el enfoque. Tuve un desorden de prioridades, lo que era primordial lo dejo de ser, perdí completamente el enfoque, mis planes dejaron de ser planes y pasaron a un segundo plano, le reste importancia a lo que le debía sumar, todos mis sueños se están desvaneciendo pero, ¿Voy a dejar que eso pase? No, no voy a dejar que eso pase.

Las cosas no me están saliendo como quiero que salgan. Todo lo que he hecho parece no tener importancia, fueron solo acciones que en su momento importaron, pero que luego fueron olvidadas por mí. Duele ver la falta de apoyo de esos a los que siempre apoyas, incondicionalmente, siempre estás ahí para ellos pero, ¿Voy a dejar que eso me afecte? No, no voy a dejar que eso me afecte.

Luego de todos estos momentos de debilidades vienen momentos de mucha firmeza. Cuando alguien quiere ayudar, ayuda sin espera a que se lo pidan, cuando alguien quiere estar contigo, está sin esperar a que se lo pidan, cuando alguien realmente quiere, quiere sin esperar a que se lo pidan. Es simple, no hace falta tener mucho para dar, pues el amor es infinito y, siempre es bien recibido.

Entonces, ayuda sin esperar a que te lo pidan, ama sin esperar a ser amado, quiere sin esperar a ser querido. Muchas veces no será como lo imaginas, será peor o mucho mejor. Lo cierto es que no importa como sea, importa tu actitud ante esa situación, que si sale mal, sabrás como afrontarlo, que si sale bien, sabrás como  mejorarlo.

En fin, reiníciate cuando lo creas necesario, está completamente permitido y te liberará. 

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